El Dakar está bajo el control de ‘viejos rockeros’. Carlos Sainz, Stéphane Peterhansel, Nasser Al-Attiyah o Sébastien Loeb no son precisamente ‘chavales’ que están empezando en esto de los raids. Todos ellos son un valor seguro, como también lo es Giniel De Villiers. 49 primaveras le contemplan y durante 19 años ha estado presente en el Dakar. No se ha perdido ni una sola edición desde 2003, siempre detrás de un volante. Primero con Nissan, luego con Volkswagen, marca con la que consiguió su único ‘Touareg’. Y desde 2012 como punta de lanza del proyecto de Toyota, incluso si se ha visto eclipsado por Al-Attiyah.
Sin embargo, su vínculo con Toyota y su racha de participaciones consecutivas en el Dakar han estado cerca de romperse en los últimos meses. De hecho, su presencia en el equipo oficial de la firma japonesa ha estado en dudas durante varias fases del año, ya que la marca tiene en Nasser Al-Attiyah como valor seguro y a un Henk Lategan como piloto ‘programado’ para dar el relevo al propio De Villiers. El positivo por COVID-19 protagonizado por Giniel en los días previos al inicio del Dakar estuvo a punto de dejarle sin carrera. Sin embargo, De Villiers pudo subirse a su Toyota GR DKR Hilux T1+ con motor V6.
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Por unas cosas u otras, Giniel De Villiers siempre está en carrera, siempre cumple. Y en la 44.ª edición del rally-raid más duro del mundo ha habido que esperar a la novena etapa para volver a ver a De Villiers en su papel habitual. Dos encontronazos con sendos ‘motards’, una sanción de cinco horas impuesta y retirada y algunos problemas con el Toyota Hilux no han apartado a Giniel de Viliers de su costumbre de ganar una etapa del Dakar. Con su victoria en la novena especial de la prueba, el piloto sudafricano acumula cinco ediciones consecutivas logrando un triunfo de etapa. Parece fácil y se dice pronto.
Aunque Toyota Gazoo Racing pueda ver en Henk Lategan la figura perfecta para dar relevo a Giniel De Villiers, se antoja muy complicado renunciar a un piloto que parece asegurarte al menos un triunfo de etapa por Dakar. Una dosis de titulares a nivel global difícil de rechazar y más con un piloto sudafricano como protagonista, ya que el proyecto de Toyota Gazoo Racing en raids nace en su filial en este país. Sea como fuere, De Villiers ya ha cumplido con su papel en una jornada que ha terminado con triplete de Toyota, perfecto anticipo del cuarto Dakar de Nasser Al-Attiyah que el qatarí ya roza con sus dedos.
