El Volkswagen e-Up! regresa al mercado, pero por ahora la firma no ha señalado en qué mercados europeos en concreto volverá a comercializar el pequeño modelo eléctrico, aparte de Alemania. Parca en palabras, como es habitual, te contamos por qué Volkswagen ha decidido volver a fabricar este modelo de cero emisiones.
Los concesionarios alemanes de Volkswagen levantaron la persiana hace pocos días con la noticia interna de que la marca había decidido volver a fabricar el Volkswagen e-Up! El modelo eléctrico más pequeño del fabricante, destinado principalmente a un entorno urbano, e interurbano, con una autonomía máxima muy limitada, estaba en disposición de regresar tras un tiempo fuera de catálogo.
El aluvión de pedidos recibidos por los trillizos eléctricos de los SEAT Mii Electric, Skoda Citigoe iV y el propio Volkswagen e-Up! obligó al fabricante a lanzar una decisión inédita: retiraba los tres del mercado porque no podía responder a la elevada demanda recibida, con unos plazos de espera extremadamente largos para un modelo que apenas supera los 260 kilómetros de autonomía. Esta fue la clave por la que el modelo se retiró de producción. Un retiro que, dicho sea de paso, Volkswagen nunca calificó como de definitivo, a sabiendas de que su sustituto no estará listo hasta mediados de la década.
El éxito comercial del Dacia Spring ha obligado a Volkswagen a mover ficha
A día de hoy, sabemos que la versión eléctrica del Volkswagen Up! regresará al mercado alemán en los próximos meses, pero se desconoce absolutamente si habrá otros mercados europeos que también reciban unidades, ya que el fabricante solamente tiene previsto producir, alrededor, de 9000 unidades. La estrategia de vender el e-Up! solamente en Alemania es muy lógica si tenemos en cuenta el principal factor que ha motivado su vuelta a producción. Y es que, en territorio, el Dacia Spring se ha convertido en un auténtico referente en el mercado doméstico, con larguísimos tiempos de espera. Hasta un año.
Este es el verdadero motivo, y que la marca ha resumido apuntando a la elevada demanda de coches eléctricos pequeños. Algo que ha herido gravemente a la marca alemana y por el que ha tomado una decisión muy radical que, además, conlleva otra consecuencia añadida. Y es que la matriz de Wolfsburgo ya reconoció que la producción de estos modelos eléctricos le cuestan dinero, es decir, que no gana dinero con ellos como debería de ser lo más lógico. Pero la marca alemana prefiere perder dinero a dejar que el Dacia Spring conquiste el mercado de los eléctricos más pequeños y no llevarse parte del pastel.
Sin embargo, eso no es todo. Volkswagen también es muy inteligente y, a pesar de perder dinero, se aprovechará de estas 9000 unidades, aproximadamente, que venderá del modelo eléctrico, y con las que podrá controlar las cifras promedio de emisiones de CO2 de toda la gama, de manera que si estas aumentan, se podrá permitir el rebajarlas considerablemente y evitar las grandes multas previstas por la Unión Europea.
