En función de la duración de cada contrato acordado entre la Fórmula 1 y el país correspondiente, entre otros factores, cada uno de los circuitos del calendario deberá hacer frente a un importante canon para poder celebrar un GP de F1.
Albergar un Gran Premio de Fórmula 1 no es algo que esté al alcance de cualquier país con ganas de acercar la categoría reina del automovilismo a su afición: el canon que impone el ‘Gran Circo’ a cada circuito del calendario impide, en muchas ocasiones, que los monoplazas rueden en más localizaciones de lo que ya lo hace.
En 2022, los seguidores de la F1 estarán de enhorabuena, puesto que habrá hasta 23 Grandes Premios en los que podrán disfrutar del mayor espectáculo del automovilismo. En el lado opuesto están los mecánicos y trabajadores de cada uno de los diez equipos que conforman la actual parrilla, que apenas tienen tiempo junto a sus familiares y allegados.
Así las cosas, cada circuito se encarga de negociar directamente con la categoría, y por ende cada uno abona una cantidad diferente por un contrato en particular. A la espera de que el circuito de Sochi en Rusia deje paso a Igora Drive a partir de 2023, Jeddah podría hacer lo mismo con el de Qiddiya después de los accidentes a gran velocidad en un circuito prácticamente sin escapatorias.
La renovación de Imola está pendiente, mientras que China regresará al calendario en 2023, el mismo año en el que ingresará Qatar nuevamente con un contrato de diez años. En un lado se encuentran los trazados de Jeddah, Bakú y Losail con el canon más alto de todos: 55 millones de dólares, lo que al cambio son casi 49 millones de euros, seguidos de cerca por Sochi y Shanghái, que abonan 50 millones de dólares (más de 44 millones de euros).
En el otro lado de la balanza están Montecarlo, que con 15 millones de dólares es el que menos paga en este sentido, Imola, con 20 millones y más allá se encuentran Bélgica y Francia, ambos pagando 22 millones de dólares respectivamente.
En el caso de España, el Circuit de Barcelona-Catalunya se encuentra en término medio, con 25 millones de dólares, algo más de 22 millones de euros al cambio, como importe a abonar por acoger un Gran Premio de Fórmula 1.
