Un día después de que Noruega se hiciese con la Race of Champions Nations por primera vez en la historia de esta competición, gracias a Petter y Oliver Solberg, llegó el turno de elegir al mejor piloto de todos los presentes en el regreso de un certamen que había desaparecido del calendario en 2021 tras una edición virtual en 2020. Colton Herta dejó sin opciones a Helio Castroneves ya en la ronda preliminar, al igual que Jamie Chadwick se deshizo de un Mick Schumacher cuya participación no duró demasiado.
La familia Solberg se hundió en octavos de final primero y en cuartos de final después, ambos a manos del nueve veces campeón del mundo Sébastien Loeb, ganador definitivo de la prueba general tras deshacerse de Mattias Ekström en las semifinales. En el otro lado de la balanza, si bien cayó derrotado ante un piloto profesional del SimRacing cuando peleaba infructuosamente por llevar a Alemania a lo más alto, Sebastian Vettel hizo gala de su pilotaje para llegar a la final.
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Del mismo modo que Jimmie Johnson sufriera problemas mecánicos batallando por Estados Unidos, Vettel sacó partido de una primera tanda en la que Tom Kristensen se quedó tirado para sumar el segundo y definitivo punto, aunque frente a Loeb sólo pudo anotarse un punto y se tuvo que conformar con la posición de finalista que ya lograse en 2019 en la edición de países, con su último triunfo en 2017 en Miami junto a Pascal Wehrlein.
Para encontrar la última aparición de Loeb en las etapas finales de esta prueba había que remontarse a 2010, cuando la misma se llevó a cabo en Düsseldorf y fue finalista sin premio, a pesar de que ya se subió a lo más alto del podio en 2008 en la edición celebrada en Wembley, Londres, en París 2005 o en Gran Canaria 2003, demostrando así que su talento como piloto de rally va más allá de competir sobre la nieve y con unas condiciones climatológicas desfavorables.
