Las señales de las carreteras de todo el mundo están para cumplirse y evitar accidentes. En la de «STOP» es obligatorio pararse, y no hacerlo tiene una multa importante. En Estados Unidos, Tesla se ha visto obligada a eliminar la función «Rolling Stop» de miles de unidades.
Sabemos que es obligatorio en todos los países del mundo en parar el vehículo antes de proceder a la incorporación a otra vía ante una señal de «STOP». Y cuando decimos parar, es detener el vehículo por completo. El hecho de desplazar el vehículo muy lentamente no realizar la parada es objeto de sanción, y es de las que hacen daño en el bolsillo.
En Tesla, sus modelos están equipados desde 2020 con una función especial que se conoce como «Rolling Stop» integrada en el software de control del sistema de conducción autónoma. Esta función permite precisamente lo que hemos comentado más arriba, que el vehículo no se detenga completamente y sí se desplace a una velocidad muy lenta, de hasta 9 km/h. Aunque los organismos reguladores del transporte en Estados Unidos no tienen constancia de accidentes por este motivo, han decidido comunicar oficialmente a la marca que debe retirarlo inmediatamente de los Model 3, Model S, Model X y Model Y.
Los Tesla se pararán en los STOP sin automatismos
Concretamente, 54.000 unidades afectadas solo en Estados Unidos, que afecta a los Model S y Model X fabricados entre 2016 y 2022, a los Model 3 de 2017 a 2022 y el Model Y de entre 2020 y 2022. Además, el mencionado «Rolling Stop» no era ni siquiera una versión definitiva, sino una beta. La firma se ha defendido casi con uñas y dientes señalando que solo unos «pocos» conductores han estado probando este sistema, pero de nada le ha servido. Durante este mes de febrero, los propietarios recibirán una misiva para una actualización del software que eliminará esta función.
La NHTSA fue más que clara en su decisión, apuntando que «La Ley de Seguridad Vial prohíbe a los fabricantes vender vehículos con defectos que presenten riesgos irrazonables para la seguridad, incluidas las elecciones de diseño intencionales que no son seguras. Si la información muestra que puede existir un riesgo de seguridad, la NHTSA actuará de inmediato».
Y vaya que sí lo ha hecho, pues este organismo se reunión con responsables de Tesla a mediados del pasado mes de enero para analizar el funcionamiento del sistema, y en el que detectaron que durante su funcionamiento se anula la detección de otros coches, peatones o ciclistas, por lo que el vehículo no puede activar el frenado de emergencia. Una falta grave más que Tesla ni siquiera ha esperado a la resolución, sino que comunicó la desactivación de esta función con un nuevo firmware desde este mes de febrero.
