La primera semana de test de pretemporada ya es historia y los pilotos tienen una idea más aproximada de lo que les espera esta temporada. Carlos Sainz ha ofrecido sus impresiones al respecto.
Carlos Sainz ha disfrutado de una semana muy positiva junto al resto del equipo Ferrari y, aunque aún es pronto para conocer el potencial real del nuevo F1-75, se respira optimismo en Maranello.
En el caso de Ferrari, la satisfacción es doble en el sentido de que tanto el nuevo coche como la unidad de potencia totalmente renovada han mostrado una fiabilidad impecable, permitiendo a la escuadra italiana cubrir más kilómetros que ningún otro equipo de la parrilla.
Esto permitirá a Carlos Sainz y a Ferrari trabajar intensamente en la evaluación de los datos recogidos en Barcelona y como paso previo a la segunda y definitiva fase de test de pretemporada de Bahréin, entre el 10 y el 12 de marzo.
El F1-75 y el nuevo reglamento
Para empezar, Carlos Sainz ha ofrecido sus impresiones sobre lo vivido en Barcelona, aunque como es habitual, no ha querido anticipar nada sobre el rendimiento real del coche.
«Sabemos el trabajo que se ha hecho en un año y medio, ha habido cosas que me han gustado y cosas que no», apunta el piloto madrileño. «Es para lo que venimos a los test, para descubrir cosas de nuestro coche y no pararte a pensar en lo que están haciendo los demás».
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«¿Por qué creéis que estamos tan en forma? Es muy pronto y puedo imaginar por qué empezáis a sacar conclusiones, tal vez por intentar marcar un poco el nuevo orden jerárquico», reconoce Sainz.
«Pero nosotros realmente no tenemos ni idea, creo que nadie sabe qué cargas de combustible o qué modos de motor está utilizando el resto. No podemos confirmar o negar si estamos arriba o no, porque la verdad es que no sabemos dónde estamos. Creo que en Bahréin, quizás comience a ser un poco más sencillo adivinar dónde está cada equipo en comparación con los demás», declara.
En cualquier caso, Sainz se muestra sorprendido por la diversidad existente en los diseños de los monoplazas de este año, a pesar de que se decía que el nuevo reglamento sería más restrictivo que los anteriores.
«Todos me han sorprendido, por lo diferentes que somos los unos de los otros cuando los ingenieros hablaban de una reglamentación tan restringida. Te da que pensar y te recuerda que la F1 es bonita, me gusta ver esas diferencias y la imaginación de cada grupo de ingenieros, aunque luego todos lleguemos a un nivel similar».
Mucho se ha especulado sobre la posibilidad de que un equipo encuentre una solución revolucionaria que le sitúe muy por encima del resto, Pero Sainz no tiene claro que eso vaya a suceder. «No lo sé. Lo de Brawn fue tan obvio que no se podía esconder. Espero que no».
El motor más potente
Otra de las grandes novedades de Ferrari es el nuevo motor, que ha sido completamente renovado para volver a ser referencia en la parrilla, algo que durante las dos últimas temporadas ha estado lejos de suceder.
«No apretamos todo lo que apretaremos, así que es difícil sentir las diferencias con un coche nuevo», apunta Carlos Sainz en relación a un motor que, en cualquier caso, ha sido concebido para liderar en la Fórmula 1.
«Si se van a congelar los motores, hay que buscar el límite de rendimiento y luego tienes cinco años para mejorar la fiabilidad. Queremos el motor más potente, o uno de los más potentes», afirma.
Dicha homologación se realizará en dos fases: la primera el 1 de marzo para el motor de combustión (ICE), el turbocompresor, el MGU-H, el sistema de escapes, el combustible y el aceite de motor, mientras que el MGU-K, las baterías y la electrónica de control se congelarán el 1 de septiembre.
A partir de ese momento, cualquier modificación sólo podrá hacerse con autorización de la FIA y tras demostrar que supone únicamente una mejora de fiabilidad o una reducción de costes.
El porpoising
Finalmente, Carlos Sainz también ha hablado del efecto rebote o porpoising, que ha afectado a todos los equipos de la parrilla. Los equipos, incluido Ferrari, han ideado soluciones para evitarlo, pero no será hasta Bahréin que la eficacia de las mismas sea convenientemente evaluada.
«Es una de las mayores prioridades desde que salimos a pista y lo sentimos. Hay que trabajar en ello y el primero que lo consiga corregir podrá bajar un poco más las alturas», señala Carlos Sainz.
«Para el piloto no es cómodo ni agradable a 320 kilómetros por hora. Sorprende un poco que esté pasando esto, pero también es lo bonito de la Fórmula 1. Los equipos parecen tener todo bajo control y, cuando llega una reglamentación nueva, nos pone en nuestro sitio», concluye.
Fotos: Scuderia Ferrari
