Gerard Farrés es uno de los integrantes de la ‘armada española’ con más horas de desierto. Sin embargo, el piloto catalán no consiguió cerrar los apoyos necesarios para competir en la 44.ª edición de la prueba. Sin margen de maniobra, ‘Farreti’ ofreció a Can-Am y South Racing su experiencia, en la que se incluye un tercer puesto absoluto en la categoría de motos en 2017, para hacer las veces de mochilero de Austin Jones. Tras lograr subir al podio de la categoría en el Dakar 2019 junto a South Racing y ayudar al equipo en las dos ediciones del rally disputadas en suelo de Arabia Saudí, la formación hizo un hueco a Gerard.
Conseguía Gerard Farrés tomar la salida en Jeddah, sumando su decimoquinta presencia en el rally-raid más duro del mundo. Y lo hacía con su rol de mochilero asumido. Con todo, el buen hacer y talento de Farrés permitían al catalán estar entre los mejores en cada etapa, entre otras cosas porque Austin Jones conseguía completar las diez primeras etapas del rally sin ningún contratiempo reseñable. Sin embargo, en la undécima especial la situación dentro del equipo se daba la vuelta. Un problema mecánico hacía perder mucho tiempo a Austin Jones y dejaba a Gerard Farrés como líder de la categoría T4 con 1 minuto y 41 segundos de ventaja.
Pese a tener en su mano ganar su primer ‘Touareg’, Gerard Farrés ha demostrado en la etapa final que vale más su palabra que un Dakar y en la última sección del recorrido ha levantado el pie, cumpliendo así con las órdenes de equipo para que Austin Jones pudiera ganar el rally dentro de la clase T4. ‘Farreti’ cumplía así con lo pactado antes de la etapa y ensalzaba su papel de mochilero hasta el último extremo. Elegante en meta, Farrés celebraba la victoria de su jefe de filas y un podio que sabe muy bien tras dos años que el catalán ha catalogado como complicados.
Farrés cierra el Dakar 2022 con un sabor agridulce, pero con la conciencia tranquila del trabajo bien hecho junto al copiloto melillense Diego Ortega. Y quizá este sea su mejor credencial a la hora de preparar su proyecto para 2023. Sacrificar un Dakar por ayudar a un compañero es el aval de un piloto que tiene ritmo más que suficiente para conquistar el ‘Touareg’, pero que sabe desempeñar el rol que le toca ejercer en cada momento. Tras mostrar al mundo que tiene talento y palabra a partes iguales, Gerard Farrés espera contar con el apoyo suficiente para poder competir con mayor libertad el próximo año.
