Por segundo año consecutivo, IndyCar no tendrá un test conjunto oficial de pretemporada con el que calentar motores, quedando este aspecto restringido a los escasos días de test privados de los que disponen los equipos por reglamento. Muchos de ellos han convenido probar en conjunto a mediados de febrero en el circuito club de Sebring, pero este mes de enero ya ha habido un par de jornadas en las que unos pocos pilotos y equipos han tenido una primera toma de contacto en ese mismo trazado.
El pasado 11 de enero, Meyer Shank Racing y Rahal Letterman Lanigan abrieron la veda en una jornada liderada por el nuevo fichaje de Shank, Simon Pagenaud (52.33 segundos), por delante del novato Christian Lundgaard (52.43s) y el vigente ganador de la Indy 500 Hélio Castroneves (52.69s). Este miércoles le tocó el turno a dos equipos míticos, pero opuestos en estatus competitivo: el poderoso Team Penske y un A. J. Foyt Racing que busca salir del pozo en el futuro inmediato.
De nuevo, hubo solo tres pilotos en pista. Pese a que Foyt trajo a sus dos novatos, Kyle Kirkwood y Tatiana Calderón, para adquirir kilometraje adicional, la gran novedad fue la presencia de Dane Cameron al volante del coche de Penske. A sus 33 años, el estadounidense se subió por primera vez en un Indycar tras haberse consagrado en el IMSA como uno de los grandes pilotos de la resistencia americana, con dos títulos absolutos en prototipos y un tercero en GT. Este test se ha producido 14 años después de su última temporada en monoplazas, siendo séptimo en 2008 en una Fórmula Atlantic a la que llegó como campeón de Star Mazda (actual Indy Pro 2000) y subcampeón de la U.S. F2000.
Cargando tweet…
1483801976513208325
La oportunidad le ha llegado a Cameron a raíz de su renovado rol como piloto Penske, donde jugará un papel clave en la asociación con Porsche para el desarrollo del programa Hypercar de 2023. Por el momento, este año Cameron competirá en la clase LMP2 del Mundial de Resistencia (WEC), junto a Felipe Nasr y el veterano Emmanuel Collard. Ahí es donde están sus miras al 100% para el futuro inmediato. Como ya ocurrió en una circunstancia similar con Ricky Taylor en 2017, este test tenía el único objetivo de ofrecer feedback al equipo y satisfacer una ambición de juventud.
«¡No pensé que tendría que esperar tanto para probar un IndyCar por primera vez! Porsche dio su aprobación, y le agradezco a Penske haberme dejado tachar uno de los deseos de mi lista», ha asegurado Cameron en declaraciones al medio estadounidense RACER. «Va a ser un año más tranquilo sin tantos eventos, así que cuando vieron que había que probar algunas cosas, y con el calendario apretado que tienen los pilotos de Roger, decidieron darme una oportunidad. Estoy contento al 100% con la decisión que tomé de correr en sportscar cuando era joven, pero habría sido un poco triste acabar mi carrera sin pilotar un IndyCar. Mi objetivo ha sido disfrutar el día, porque es muy probable que sea la única vez que me suba a uno».
Tras completar 76 vueltas en total, el mejor tiempo de Cameron fue de 52.841 segundos, con el que se quedó a menos de una décima de liderar la jornada. No fue así gracias al desempeño de Kyle Kirkwood, cuyo cuarto test al volante de un IndyCar se saldó con un mejor crono de 52.769 segundos tras 74 vueltas. El destacado campeón de Indy Lights, que disputará su primera temporada en la categoría, resaltó lo positivo a nivel de preparación. «Todo el mundo ha estado diciendo que Foyt no ha tenido ningún éxito y que todo es negativo, pero me ha sorprendido honestamente lo bien que hemos preparado el coche hoy», ha asegurado la joven promesa. «Al acabar el día, casi no podía notar la diferencia entre el coche de hoy y el que piloté en otoño».
Seis meses después de su primera experiencia en un IndyCar, donde firmó tiempos razonablemente buenos en Mid-Ohio, Tatiana Calderón volvió a subirse a uno de los coches de Foyt, esta vez como piloto oficial del equipo para las 12 pruebas de circuito. La colombiana tuvo un kilometraje algo inferior al de sus dos compañeros de test, y su mejor tiempo tras 57 vueltas fue de 53.250s, a medio segundo de Kirkwood. Tras el test, Calderón aseguró estar «super encantada con el día», y alabó la gran comunicación que existe en el equipo respecto a sus experiencias anteriores.
«Ha sido genial volver al coche, porque en Mid-Ohio no hicimos tantos cambios de setup, y era un circuito con muchos menos baches. Ahora tengo una mejor idea de como será St. Pete», comentó. «En las carreras europeas no te cuentan toda la información y los cambios que hacen, así que estaba super contenta. Me gustaría conocer el neumático un poco mejor, hemos cambiado algunas cosas en mi estilo de pilotaje para adaptarme mejor. Todos mis comentarios se usaron de la forma correcta, así que en cada tanda íbamos a mejor. Me siento bienvenida, y eso es algo que no me ha pasado en mucho tiempo».
