El proyecto de cartelización del litio podría desembocar en la nacionalización del mercado latinoaméricano y el control del 65% de las reservas mundiales de litio, mineral clave en la fabricación de baterías para coches eléctricos y dispositivos electrónicos.
El llamado petróleo blanco, el litio, recibe ese nombre porque es clave en la industria tecnológica y en la movilidad sostenible, pues se trata del mineral más importante en la fabricación de baterías para dispositivos electrónicos y coches eléctricos.
Ello hace que el litio se haya convertido en el bien más preciado y tanto su demanda como su precio marcan máximos históricos en la actualidad. Por eso, no es de extrañar que comiencen a producirse movimientos para dominar el mercado mundial de esta preciada materia prima.
Bolivia, Argentina y Chile, más la asociación de China, controlarían el 65% de las reservas mundiales
En este momento, Bolivia es el país con mayores reservas de litio del mundo con 21 millones de toneladas, superando los 14,8 millones de toneladas de Argentina y los 8,3 millones de toneladas de Chile. Más allá de Latinoamérica, los países que más reservas tienen del mineral son Estados Unidos (6,8 millones), Australia (6,3 millones) y China (4,5 millones).
Esto hace que diversos gobiernos del sur de América estén realizando movimientos para crear algo así como la «OPEP del litio», a imagen y semejanza de la que 13 países crearon en 1962 para cartelizar la producción mundial de petróleo. Una organización que en este momento controla el 43% de la producción de combustibles y el 80% de las reservas.
En el caso del litio, la alianza creada por Bolivia, Argentina y Chile, más la asociación de China con el objetivo de garantizarse un suministro en condiciones muy ventajosas, controlaría el 65% de las reservas mundiales.
Nacionalizar
Este plan, según informa derechadiario.com.ar, comenzó a gestarse durante la visita del expresidente de Bolivia Evo Morales a Alberto Fernández en Buenos Aires, potenciándose a raíz de la victoria de Gabriel Boric en las elecciones presidenciales de Chile.
Pero, para que la «OPEP del litio» sea posible, estos tres países deben antes solventar un inconveniente: ninguna explotación minera está en manos estatales. Algo que con la situación política existente en Bolivia y Argentina resulta muy complicado conseguir en este momento, y que en Chile la ley no permite hacer (si bien el país se encuentra en proceso de modificar la Constitución).
Perú, otro país de la zona que dispone de grandes reservas de litio y que ha sido invitado a formar parte de esta alianza, tampoco permite la nacionalización de un sector de la economía sin el apoyo de dos tercios del Congreso.
