China cada vez pisa más fuerte. El gigante asiático está más convencido de conquistar Europa con su nueva hornada de coches eléctricos, especialmente tras ver las cuentas del año pasado. 2022 será, sin duda, uno de los más importantes en este objetivo, cuyas claves te contamos.
China está más que en condiciones de asaltar el mercado europeo de coches eléctricos. Los asiáticos se marcaron un objetivo de conquistar el Viejo Continente introduciendo sus modelos de combustión, pero muchos de ellos apenas se mantuvieron a la venta poco tiempo. En cambio, con los de cero emisiones, invasión está siendo brutal y va a ir a más.
Basta con fijarse en las cifras del pasado año. Un reciente estudio de «Jato Dynamics» ha revelado que la cuota de eléctricos ha crecido un 30 por ciento solo en el último año. Una dura competencia para las marcas europeas que se ven obligadas a mejorar continuamente su oferta. Y es que los asiáticos no solo producen con costes mucho menores, sino que disponen de una importante financiación gubernamental. De hecho, a pesar de estos costes más reducidos, la autonomía que ofrecen es mayor que la de los europeos.
Pero también las asociaciones con proveedores de componentes mundiales les ha ayudado tanto como la experiencia y conocimientos adquiridos de otras materias. China no es Europa. El cliente europeo es muy exigente, y esto es un objeto de minuciosos estudios. Un diseño atractivo por fuera y por dentro es una de las claves, pero también la tecnología. Hoy, este campo se ha convertido, y especialmente la digitalización, en lo que llama poderosamente la atención de los clientes. Uno de los motivos clave por el que sus interiores tienden al minimalismo pero con los gadgets inimaginables y múltiples opciones de conectividad.
Los chinos también mantienen colaboraciones con consultoras de ingeniería europeas para cumplir con los exigentes estándares de seguridad de la Unión Europea, y del organismo encargado de esta materia, Euro NCAP. Todos estos factores están siendo claves para que el país del Lejano Oriente empiece a ofrecer sus modelos de cero emisiones en Europa. Más de uno recordará aquellas pruebas de un modelo chino que se partió literalmente por la mitad en una prueba de choque realizadas en Alemania, obligando a la retirada de unidades a la venta en Bélgica.
Las ventas de eléctricos chinos en todo el mundo alcanzan una tasa del 45%, y nada menos que un 60% de todos los modelos se fabrican en este poblado país. Uno de los grandes ejemplos es el del Tesla Model Y vendido en Europa, que proviene de la Gigafactoría de Shanghái. Polestar, BMW y Volvo fabricarán en China para Europa, pero se espera un 2022 cargado de un auténtico aluvión de nuevos modelos con etiqueta CERO de las marcas chinas.
