Imprescindible para los pilotos en la mayoría de los circuitos, detestado por gran parte de los aficionados a la Fórmula 1, el DRS es el siguiente elemento de los monoplazas a debatir ahora que los nuevos monoplazas facilitarán la persecución.
Desde que el Drag Reduction System, comúnmente denominado DRS, se introdujese en la Fórmula 1 allá por el año 2011, el año inmediatamente posterior al primer título de un Sebastian Vettel que aún a día de hoy sigue manteniendo el récord del piloto más joven en lograrlo, el ‘Gran Circo’ ha cambiado enormemente.
Probablemente el paso de los motores V8 a los V6 turboalimentados a partir de 2014 haya sido la mayor modificación desde entonces, con diferentes saltos aerodinámicos incluidos con el paso de los años, pero la llegada del DRS sembró la polémica ya desde el principio.
Adelantar sin sudar
Gran parte de los aficionados comenzó a afirmar tras el paso de varias carreras que este nuevo artilugio facilitaba en exceso la que antaño fuera toda una ardua tarea: adelantar.
El propio Ross Brawn, uno de los padres del nuevo reglamento que se estrenará en 2022, lo catalogó de «un aditamento para ayudar al adelantamiento» que acabaría desapareciendo tarde o temprano, porque «los aficionados quieren ver grandes maniobras de adelantamiento, no un adelantamiento pulsando un botón».
«Quizás veamos cómo se reducen las zonas DRS con el paso del tiempo, algunas de ellas incluso podrían llegar a eliminarse»
Si bien ese sueño aún no se ha hecho realidad, Andrew Green, director técnico de Aston Martin, confirma que cada vez está más cerca. «Creo que el DRS en sí va a seguir siendo igual de potente, pero será la FIA la que tenga que analizar los circuitos y ver si hay que modificar las zonas de DRS consecuentemente», expresó el británico.
«Sospecho que lo hará; si todo sale como creen que lo hará, con coches capaces de seguir más de cerca al de delante, no deberían necesitar tanta asistencia del DRS. Creo que quizás veamos cómo se reducen las zonas DRS con el paso del tiempo, algunas de ellas incluso podrían llegar a eliminarse. Eso sería algo bueno», agregó.
Una nueva era
Hasta que las unidades de potencia vuelvan a cambiar significativamente en 2026 con una nueva normativa que eliminará el MGU-H y aumentará su potencia eléctrica a 350 kW, Green considera que tienen mucho que aprender de la nueva generación de monoplazas.
«Al principio de la temporada quizás veamos que la parrilla está algo dispersa, ya que todo el mundo se estará adaptando al nuevo reglamento, entendiendo la dirección que han tomado los otros equipos», apuntó, confesando que después de las primeras carreras todo será más realista.
«En la fase inicial de la temporada va a haber equipos que habrán encontrado oro con la dirección que han tomado, y habrá otros que no lo hayan conseguido. Creo que nos llevará unas cuantas carreras ver cómo se desenvuelve la parrilla. Será entonces cuando empecemos a ver a todos acercarse relativamente rápido en comparación con años anteriores», concluyó.