Lo que para algunos será un shakedown previo a la pretemporada oficial de la Fórmula 1 que se celebrará en Bahréin en el próximo mes de marzo, para otros habrá sido una oportunidad de empezar a acumular kilómetros de forma consistente más allá de los protocolarios filming days iniciales de cada equipo que aun siendo a puerta cerrada ha atraído del mismo modo o aún más a los aficionados.
La aparente tranquilidad con la que la nueva generación de monoplazas se instauraba en el Circuit de Barcelona-Catalunya en la jornada inaugural dio paso a una segunda con más incertidumbre y alternancia sobre la pista.
Boceto a prueba
Y es que dos banderas rojas, la primera de ellas ocasionada por Sergio Pérez en su Red Bull RB18 y la segunda por Nikita Mazepin en un Haas VF-12 que en esta tercera y definitiva jornada lucirá blanco impoluto después de que la guerra Rusia-Ucrania afectase finalmente a Haas, con la consecuente retirada de su patrocinador principal Uralkali, alteraron lo establecido.
Por el momento, las tandas largas para comprobar el desgaste de los nuevos compuestos de 18 pulgadas se han intercalado con vueltas rápidas para exprimir el monoplaza y no dejar del todo de lado el rendimiento más habitual en una sesión de clasificación
Pequeños contratiempos, imperceptibles al no haber retransmisión en vídeo como el que obligó a Pérez a saltarse la chicane mientras su coche emitía un ruido bastante extraño, fueron el pan de cada día entendible en una nueva era de la Fórmula 1 que debutaba en la península.
¿Sorpresa roja?
El equipo que más kilómetros ha acumulado en estos dos días es Ferrari: el único en superar la barrera de los 300, un hecho que ha provocado que los equipos de cabeza el año pasado les vean como los más fuertes por ahora.
Tal es así que George Russell reconoció temer a los de Maranello y a McLaren, asegurando que «parecen muy fuertes», agregando lastimosamente que «estamos por detrás». ¿Será esto real? ¿Cómo terminará todo antes de que la categoría reina del automovilismo ponga rumbo a Asia?
Carlos Sainz hablará sobre el asfalto por parte de Ferrari, con un F1-75 que ha atraído mucho las miradas en el paddock, al tanto que Fernando Alonso tendrá que conformarse con dividirse la jornada definitiva con su compañero de equipo después de entregarse por completo un día y ‘descansar’ otro, con la incógnita de saber si antes de abandonar tierras españolas irá a por una vuelta a tope o no.
