Lo que en 2015 se antojaba toda una utopía para Honda, en una alianza para el olvido junto a McLaren, ha terminado convirtiéndose en realidad con el título de Max Verstappen gracias a un propulsor Honda que ha mejorado a pasos agigantados.
Desde que Cosworth abandonase la Fórmula 1 al término de la temporada 2013, la categoría reina del automovilismo ha dependido de Ferrari, Renault y Mercedes como motoristas para alimentar a sus monoplazas, con los altos costes de entrar en el ‘Gran Circo’ como el mayor contratiempo esgrimido por los diversos interesados en hacerlo en los últimos años.
La llegada de Honda en 2015 de la mano de McLaren tras su último periplo en el deporte entre el 2000 y 2008 iba a suponer todo un soplo de aire fresco tanto para aficionados como para los equipos indecisos en busca de un suministrador de unidades de potencia, pero los japoneses comenzaron con mal pie.
Una temporada inicial plagada de averías mecánicas y abandonos dañó su imagen en su retorno, abocados al fracaso y a dejar la Fórmula 1 para siempre al no levantar cabeza en los dos años siguientes, pero Red Bull apostó por ellos, inicialmente con la renombrada Toro Rosso, antes de darles una auténtica oportunidad en 2019.
Dos pole positions y once podios en aquel año, tres de estos últimos como victorias de Max Verstappen, establecieron el inicio de una alianza que ha derivado en el primer título de Red Bull junto a los nipones desde que Lewis Hamilton comenzase su hegemonía allá por 2014.
Adiós precipitado
Ahora que han conseguido lo que tanto ansiaron en su vuelta junto a McLaren, Honda cede sus motores a Red Bull para hacerse a un lado. ¿Demasiado pronto? «Personalmente creo que sí, pero obviamente es una decisión de la empresa y entiendo qué camino quieren tomar, así que al final tenemos que aceptarlo», confesó Masashi Yamamoto, jefe de Honda.
«Siempre tenemos la imaginación, esperamos que algún día Honda vuelva a la Fórmula 1», agregó el dirigente japonés, asegurando experimentar «más satisfacción que alivio» con la consecución del título gracias a Verstappen.
«Claro que es triste, pero ya lo sabíamos desde octubre de 2020, y por lo tanto sabíamos que teníamos que apretar en 2021. Desarrollamos una mentalidad diferente y miramos la decisión de otra forma, intentamos darlo todo para rendir en el tiempo que aún nos quedaba», prosiguió Yamamoto.
«Nos centramos en ganar el campeonato en nuestro último año, y ahora creo que hemos completado nuestro trabajo en Fórmula 1. Hemos cumplido nuestro objetivo, incluso dentro de los plazos que nos habíamos fijado. Primero nos asociamos con Toro Rosso, y un año después llegó Red Bull. Nuestro objetivo, y también el de ellos, era el de ganar el campeonato en tres años. Eso es exactamente lo que ocurrió en 2021, así que es una gran historia, especialmente porque nos esforzamos mucho en esto», añadió.
«Les apoyaremos para conseguir buenas prestaciones, pero sí, sin duda será una relación diferente»
«Será Red Bull Powertrains, y les apoyaremos para conseguir buenas prestaciones con AlphaTauri y Red Bull, pero sí, sin duda será una relación diferente. Es un reto, pero también es cierto que quieren ser un equipo más fuerte e incluso más integrado al tenerlo todo dentro de la empresa. Como Honda queremos apoyarles todo lo que podamos con nuestros recursos para que ese proyecto sea exitoso», concluyó Yamamoto.
